III. ACTIVIDADES DE LA VIDA DIARIA (AVD)

Cuando se habla de cuidado y dependencia siempre aludimos a ciertas actividades de la vida diaria, esto es, aquel conjunto de operaciones o tareas que una persona lleva a cabo para vivir. En función de qué tareas puede o no realizar de forma autónoma, tendrá un grado mayor o menor de dependencia. Sin embargo, ¿a qué tipo de actividades nos referimos? A grandes rasgos, las actividades de la vida diaria (AVD) son aquellas tareas vitales y necesarias que la persona debe hacer diariamente para poder vivir de manera autónoma, sin depender de terceras personas.

Actividades Básicas de la Vida Diaria (ABVD)

Se trata de aquellas orientadas al autocuidado y mantenimiento personal:

• Higiene y aseo: Va más allá del simple aseo. Implica todo el proceso de higiene, desde preparar el agua y los productos, hasta cuidar la postura y prevenir caídas durante el baño. También abarca detalles como peinarse, cortarse las uñas, cepillarse los dientes, afeitarse o maquillarse.
• Vestirse: No se trata sólo de ponerse ropa. Incluye elegir qué usar según el clima o la ocasión (ya sea para hacer deporte, ir a una fiesta o simplemente para una cena) y la habilidad de vestirse y desvestirse.
• Control de esfínteres: Implica tener control total de la vejiga e intestinos, así como usar adecuadamente el baño. Si alguien usa sondas u otros dispositivos, también se considera el cuidado, manipulación y limpieza adecuada de estos dispositivos.
• Alimentación: Conlleva el proceso de llevar la comida a la boca de manera adecuada, masticar y tragar, además de comportarse adecuadamente en la mesa.
• Movilidad funcional: Se refiere a la capacidad de moverse y desplazarse, desde cambiar de posición en la cama hasta caminar con ayudas como sillas de ruedas, andadores o bastones. También incluye llevar objetos cotidianos y tener una orientación espacial.
• Descanso: Dormir o descansar son vitales. Es importante hacerlo en lugares adecuados y dedicar el tiempo necesario para asegurar un buen descanso reparador.

Actividades Instrumentales de la Vida Diaria (AIVD)

Son las que permiten interactuar con el medio o el entorno e implican mayor complejidad que las básicas. No son tan elementales para la vida, pero sí necesarias para vivir de forma independiente. Las más comunes son: cocinar, limpiar la casa, controlar la medicación, cuidar de mascotas, manejo del dinero, uso de dispositivos de comunicación, compras, utilizar transporte público, etc.

Actividades Avanzadas de la Vida Diaria (AAVD)

Estas actividades permiten el desarrollo personal dentro de la sociedad. Son más complejas, requieren mayores capacidades y habilidades tanto físicas como cognitivas. A diferencia de las anteriores, el no practicarlas no compromete la autonomía de la persona, esto es, puede vivir en ellas, aunque no alcance una realización personal plena.

Encontramos básicamente cuatro grupos:

•  Educación. Comprende las actividades que fomentan nuestro crecimiento intelectual, permitiéndonos adquirir nuevos conocimientos y formarnos continuamente.
• Interacción social. Refleja cómo nos comportamos cuando interactuamos con familiares, amigos o en entornos laborales.
• Tiempo libre y ocio. Aquí se incluyen las actividades que elegimos hacer por voluntad propia, en esos momentos del día que no están dedicados a nuestras responsabilidades habituales.
• Trabajo. Engloba todas las labores, ya sean físicas o intelectuales, por las cuales recibimos una compensación económica.

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