VII. FIGURA DEL SOCIOSANITARIO

Responsabilidad en el área de la alimentación

En el área de la alimentación, el profesional sociosanitario desempeña un papel clave en garantizar que los usuarios reciban una nutrición adecuada y en las condiciones óptimas para su bienestar. Es esencial fomentar la autonomía del usuario siempre que sea posible, respetando sus tiempos y necesidades específicas. Las funciones del sociosanitario en este ámbito incluyen:

1.    Fomentar la higiene previa y posterior a la ingesta de alimentos: Asegurar que los usuarios se laven las manos antes de comer y promuevan una correcta higiene bucal después de las comidas, especialmente en aquellos con movilidad reducida o dificultades para realizar estos cuidados de forma autónoma.

2.    Supervisar y garantizar una postura adecuada: Asegurarse de que el usuario esté sentado en una posición que favorezca la deglución segura, poniendo especial atención en quienes tengan problemas de movilidad o posturales. Es importante ajustar las sillas o cojines necesarios para evitar el riesgo de atragantamiento o incomodidad durante la comida.

3.    Facilitar el uso de ayudas técnicas para fomentar la autonomía: Siempre que sea posible, el profesional debe permitir que el usuario coma por sí mismo, utilizando ayudas técnicas como cubiertos adaptados, platos antideslizantes o vasos especiales que favorezcan la independencia y el desarrollo de habilidades motoras finas.

4.    Respetar el ritmo individual de la persona: Asegurar el tiempo necesario para que cada usuario coma de acuerdo con su ritmo y capacidades, sin forzar ni apresurar la comida. Esto contribuye a una experiencia de alimentación más digna y reduce el riesgo de atragantamientos o malestar.

5.    Proporcionar apoyo en tareas específicas de la alimentación: Dependiendo del grado de dependencia del usuario, el profesional sociosanitario puede ayudar en actividades que requieren destreza, como trocear la comida, pelar frutas o abrir envases, facilitando la manipulación de los alimentos a aquellos que tienen dificultades motoras.

6.    Ofrecer asistencia en la alimentación a personas con dependencia total: En casos de usuarios que no pueden comer por sí mismos, el sociosanitario debe ofrecer una alimentación asistida, siempre respetando los tiempos del usuario y asegurando que se sigan pautas nutricionales y dietéticas específicas (textura modificada, espesor de líquidos, etc.).

7.    Observar y monitorizar el estado de salud durante la alimentación: Durante las comidas, es fundamental que el profesional observe posibles dificultades o signos de malestar, como disfagia (dificultad para tragar), tos excesiva, rechazo a los alimentos o cambios en el apetito. Cualquier incidente debe ser comunicado al personal sanitario o al equipo interdisciplinar.

8.    Adaptar la alimentación a las necesidades individuales: Si el usuario tiene restricciones dietéticas, alergias o intolerancias, el sociosanitario debe estar familiarizado con las pautas establecidas y asegurarse de que los alimentos ofrecidos se ajusten a estas indicaciones.

9.    Promover un ambiente agradable y relajado durante la comida: Fomentar un ambiente de calma y bienestar durante las comidas, evitando distracciones que puedan interferir con la alimentación (ruidos, interrupciones), y asegurando que el usuario disfrute del momento de la comida como parte de su rutina diaria.

10.  Colaborar con el equipo interdisciplinar en la planificación de la alimentación: Comunicar al equipo cualquier dificultad observada durante las comidas o necesidades adicionales de los usuarios, participando en la implementación de cambios o mejoras en la dieta cuando sea necesario.


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